Resumen
Desde nuestro lugar, estamos en permanente contacto con actores del mercado que continuamente nos consultan y desafían buscando soluciones para algún proyecto de construcción modular con paneles Xipre. He aquí nuestra visión del por qué esto está aconteciendo hoy, aquí y en el mundo.
La actualidad
Las viviendas, la oficina, el depósito y tu propio lugar de trabajo, fueron concebidos en un momento arquitectónico distante, en América del Sur, durante el periodo moderno o neo-moderno, muy lejos de donde estamos ahora. Los paradigmas anteriores fueron la duración y la resistencia de los materiales, el diseño y la vanguardia. Actualmente, las actividades que se realizan hoy en estas mismas construcciones, no existían hace 10 años.

“Más de la mitad de los niños de entre 6 y 9 años de hoy en día trabajarán en empleos que todavía no existen y el 80% de los jóvenes de entre 20 y 30 años encontrarán trabajo relacionado al entorno digital”.

Una construcción moderna demora aproximadamente de 1 a 2 años, desde su concepción hasta su realización, siendo ya “obsoleta” en un 20% a fin de obra. Es curioso que sabiendo todo esto, aún en estas latitudes, seguimos diseñando y construyendo “para siempre”.
Tendencia y usabilidad.
Hoy lo moderno es la arquitectura y construcción modular; ¿por qué no pensar en módulos habitacionales para solteros, para parejas y niños?, ¿por qué no pensamos en espacios que crezcan, se achiquen o se agranden según nuestras necesidades?, ¿por qué no?
El fenómeno de las minicasas “Tiny Houses”, una filosofía de vida diferente a la que estamos acostumbrados, arrasa en Japón y se están poniendo de moda en Europa, si son ecológicas y móviles, mejor.
Proyectemos en el futuro a la hora de diseñar, reflexionemos sobre los hábitos de las personas que antes se casaban a los 20 y tenían hijos en esa misma década y que en promedio durante su vida tenían 2 ó 3 empleos.

Según un estudio realizado por la Universidad de Oxford, en torno a 700 profesiones serán reemplazadas por máquinas en 20 años y los robots podrían desempeñar las tareas en las que hoy trabaja el 47% de la Población Económicamente Activa.

Pensemos en el hoy. Los jóvenes eligen viajar y emprender antes que establecerse, pensemos en la gran cantidad de emprendedores y oficinas en casa… veamos como ya grandes empresas tienen al menos 1 día de “home office” (trabajo desde el hogar), entonces debemos pensar en espacios accesibles a esta nueva generación, adaptables a los ritmos que corren y a los que vendrán.
El “Reporte del futuro de los empleos” presentado en el Foro Económico Mundial de Davos indica: se estima que en los próximos cinco años, los progresos tecnológicos puedan crear 2 millones de nuevos empleos, pero también podrían eliminar 7,1 millones de puestos de trabajo en todo el mundo
Estos nuevos profesionales son los llamados “Millennials” o Generación del Milenio. Son el presente, y junto con los “Z”, el futuro del mercado laboral. Jóvenes altamente preparados, pero con una mentalidad disruptiva frente a las empresas tradicionales, y que no son partidarios de jerarquías, sino que quieren participar en la toma de decisiones, exigen una gestión flexible, transparencia, están revisando el concepto de jornada laboral, que el objetivo del trabajo sea la felicidad y no la productividad, y que se les brinde la oportunidad de seguir formándose y de conciliar la vida profesional y personal. Demandas que ya están cambiando las tradicionales reglas de juego y del mercado.
El futuro ya es el presente...
Deberíamos pensar entonces que, en la vivienda del 2030, habrá un cuarto para trabajar por internet, quizás otro para viajar o diseñar en VR (Realidad Virtual) y un lugar donde residan servidores y enlaces de internet. Todos estos cambios impactan sensiblemente en la funcionalidad y accesibilidad de una vivienda.

Yo pienso que la vivienda modular, que hoy es una tendencia en el diseño y en experiencias boutique, será la solución para ese futuro desconocido. Imaginen embarcarse a los 20 años, pagando pequeñas cuotas, en adquirir un primer módulo de 36m2, con todo lo necesario para una buena noche de video games y cervezas. Luego, unos años más tarde, adquirir un módulo de cocina y cochera, para poder invitar y agasajar a los compañeros de oficina. Finalmente, y si hay suerte/ganas y decisión, adquirir un último módulo con dos habitaciones, una matrimonial y otra para los niños.
Conclusión sobre Construcción Modular
Hasta acá, la construcción modular no propone más que la tradicional, pero casi sin obra ni polvo ni largos plazos; ventajas no menores pero que no alcanzaron para imponer este sistema aún en el mundo.
Ahora bien, imaginemos si hay una separación o un cambio de vida, uno de ellos podría llevarse un módulo para empezar de nuevo en otro lugar… ¿no sería genial? Pensemos en cuando esto sea norma y no la excepción, imaginemos una mudanza internacional pero de tu casa o un Mercado Online de módulos nuevos y/o usados. Pensemos en plazos de obras como ampliaciones o reducciones, en días y no meses; pensemos en compañías agregando un módulo en tu casa plenamente equipado para que puedas hacer tu trabajo.

Construyamos el futuro. Las familias están cambiando, las relaciones laborales están cambiando, el modo de desplazarnos y generar valor está cambiando, la construcción debe cambiar.